Costa Brava 2006. A. Luna.
...Y ya, sin un nombre, vistió su cuerpo blandamente con un sueño recién mojado en amor, en tránsito hacia otros nombres que pesaran menos en su memoria.
A Laura, con afecto.
Se viste con nombre ajeno,
sin saber que ella es la definición
del argumento que nombra los días
deshaciendo el equívoco del tiempo
de estar solo: la página más amable
sobre la que escribir venciendo el cárdeno
litigio que un día secara el lagrimal
de las letras, puertas que en su aldaba anuncian
los abandonos que te regresan a la libertad.
Entre su pecho y su vientre se alinea
la luz en las noches de un solo cuerpo,
y con las chispas que barajaban ensoñaciones,
azulean los versos sobre la alegría del Mediterráneo,
preñando de sal la arrogancia del aire,
¿Quién responde al viento, servil brazo
del aire que me trae al alba el perfume
de un cuerpo sin nombre, ansia de esta oquedad
de la memoria que se atreve a poner piel
a la mañana que se anticipa?
Y se va desgranando su gesto sobre
la voluntad intacta que desbarata
el proceloso tiempo de esquinas carcelarias,
y la ira que ciega a la libertad
se consume en la disciplinaria belleza
que desnuda su alma de nombre.
Ya en lo abstracto, sin más ambición
que la victoria que busca en tu boca
el camino que trenza la fe, mi instinto
se pierde en la ensoñación que, inevitablemente,
me lleva hacia el futuro, haciéndolo invulnerable.
A Laura, con afecto.
Se viste con nombre ajeno,
sin saber que ella es la definición
del argumento que nombra los días
deshaciendo el equívoco del tiempo
de estar solo: la página más amable
sobre la que escribir venciendo el cárdeno
litigio que un día secara el lagrimal
de las letras, puertas que en su aldaba anuncian
los abandonos que te regresan a la libertad.
Entre su pecho y su vientre se alinea
la luz en las noches de un solo cuerpo,
y con las chispas que barajaban ensoñaciones,
azulean los versos sobre la alegría del Mediterráneo,
preñando de sal la arrogancia del aire,
¿Quién responde al viento, servil brazo
del aire que me trae al alba el perfume
de un cuerpo sin nombre, ansia de esta oquedad
de la memoria que se atreve a poner piel
a la mañana que se anticipa?
Y se va desgranando su gesto sobre
la voluntad intacta que desbarata
el proceloso tiempo de esquinas carcelarias,
y la ira que ciega a la libertad
se consume en la disciplinaria belleza
que desnuda su alma de nombre.
Ya en lo abstracto, sin más ambición
que la victoria que busca en tu boca
el camino que trenza la fe, mi instinto
se pierde en la ensoñación que, inevitablemente,
me lleva hacia el futuro, haciéndolo invulnerable.
8 comentarios:
El sentir de las palabras, nunca mejor dicho, aquí se sienten vivas.
Soy una intrusa de la bloggoesfera. Volveré con tu permiso.
Un saludo
antoni
hermoso poema dedicado
felicitaciones para ti
y felicidades para quien ha sido la musa de tal sentir plasmado
un abracito de paz
ando cortita de tiempo
muakismuakis
Antoni
Que bellas letras amigo... realmente eres de una gran sensibilidad...
Un abrazo
Paso a saludarte , buen blog, te invito a conocer un poco de una de las personas a quín le comentas.
Saludos.
Mi querido Antoni....sencillamente divinas letras...seguramente Laura no dejara de suspirar al leerte...(obvio no menos que yo ;))
pd. gracias por compartir conmigo ese poema tan hermoso que creastes para tu nena...besitos
te quiero!
Hola Antoni, gracias por asomarte a nuestro balcón. Encantada de pasear por tu casa, llena de buena poesía. Voy a quedarme un ratico por aquí leyendo tus poemas.
Un saludo.
*elisa*
La oquedad, la oquedad bien puede ser un espacio entre el cielo y el suelo y el aire, ese elemento inaprensible, un gran cuerpo sin forma que nos corroe la memoria...
Un beso
Amigo mío, no he dicho nada porque me daría tremendo corte descubrir que es otra amiga Laura a la que te refieres.
Voy a hacer una pregunta torpe ¿Esta Laura a la que dedicas esta belleza de escrito soy yo?
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