domingo, 30 de agosto de 2009

Al otro lado.


Foto: A. Luna
Exquisito seria decir: ahora, que mirándome
al espejo no tengo alrededores y en marítima
calma poner proa a tierra, huir, para aliviar
el alma que escapa a tu conocimiento.

¿Pero quién es capaz con ojos fieles a lo que observa
asir territorios, definir la justa geografía de un rostro,
o elevar a rango de voz la indecisión de cada letra
que se obstina en la no composición de un nombre?

En ti habita el tiempo que no duerme,
el limite que aísla en lo incomunicado una imagen
sin esquinas donde refugiarse, negándole proximidades
a mundos que no percibes, reafirmando
en toda su pureza, la condición de aquello que reflejas.

Me reconozco en el plano que observa tu convicción
y en la incapacidad para extinguir el eco
de aquello que ya no existe, y que la vida
recoge en su plenitud permitiendo decir: ahora.

Todo está al otro lado, materia que no te pertenece.