sábado, 29 de marzo de 2008

Lapsus imperdonable.

Hace algunos meses que Ana R me concedió más que un premio, su reconocimiento, lo cual me lleno de satisfacción y en su momento, así se lo hice saber. En aquellos días, por no ser demasiado partidario, no ya del reconocimiento, sino del premio en si, no entendí el funcionamiento de estos premios y no lo colgué en el blog, tampoco entendí que yo tenía que nombrar a quienes creyera que merecían dicho premio y otorgarlo, para que así siguiese vivo y en movimiento. (Me siento tremendamente estúpido por ello) Ha tenido que venir de la mano de Turca un segundo reconocimiento para entender como funciona esto realmente. Ahora creo que pude parecer desagradecido, cosa que en absoluto pretendí, y aun así, pido disculpas por el desconocimiento o falta de interés.

Para remediar en lo posible mí equivoco, y si aun estoy a tiempo, nombrare a las personas que creo según mi criterio, son merecedoras de estos reconocimientos y así contribuir con uno de los pocos medios de que disponemos, a reconocer el esfuerzo y la ilusión que todos vertimos dentro de nuestro medios, en el amor por las palabras.

Gracias de nuevo, Ana.
Gracias también a ti, Turka, por tu cariño incondicional y tu amistad.

Premio Arte y pico. Otorgado por Ana R el 15 de enero y que paso el testigo a:



Sempre lontano. Laura
Mis letras, mi alma.. Adriana
Frente al mar. Turca
Cordura sólo para locos. Ninfasecreta
Mis mas intimos sentimientos. Vicky


En cuanto al premio Calidez que generosamente me entrega hoy mi querida amiga Turka, paso el testigo a:





lichazul...elisa. Elisa
Trazosdepiel. Ileana
Arterapia sentimental. Pau Llanes
Myk Lógica. mYK
Viviendo por vivir. Aire.

Un abrazo a todos/as.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Palabras.




Mi lengua dice patria,
con la misma fuerza
que pone el corazón
en el amor, y dice
viña en el paladar
la uva, y dice heno
el sol sobre su pelo
mientras una silaba
de agua cae sobre
su piel, y yo digo:
rosa en carne viva,
tierra, camino, nube,
que se unen a la memoria
del mar, para trascender.

Del cielo llueven palabras,
gotas de letras perennes,
párpados leyendo con rabia,
que apagan bendita sed.
Querida lengua
de antiguos labios,
donde nace el pájaro,
el pino y el laurel,
puedo entender el énfasis
sobre la espiga,
cuando el viento
ondula su tallo
sobre la voz,
y oír hablar a la ola
de antiguos puertos
donde regresa el recuerdo
vivo, buscando la cera
amarillenta que la luna
derramaba sobre la mar.

Y mientras amanezco
desperezando la concha
que guarda los significados
del amor, un árbol sostiene
a dos vientos la palabra,
bajo la mañana
que me trae tu nombre;
paisaje claro de mujer.